Así debes leer la etiqueta de un producto para saber si es sano

No hace falta ser un experto en alimentación para saber si un producto es saludable o no

Los consumidores no siempre tienen clara la información de las etiquetas nutricionales, ni tampoco cómo interpretarlas, por lo que son muy importantes todas las ayudas al respecto que podamos hacer llegar.

El etiquetado nutricional recogido en las etiquetas de los alimentos muestra datos importantes para los consumidores, en primer lugar el valor calórico o valor energético que aporta al organismo ese alimento, expresado en KJ (kilojulios) y en Kcal (kilocalorías), es decir, las calorías (la energía) que obtiene nuestro organismo al ingerir un alimento.

En segundo lugar, la composición de determinados grupos de nutrientes (grasas totales y saturadas, hidratos de carbono y azúcares, proteínas y sal). "Todo ello es importante para que nuestra dieta sea lo más saludable posible y podamos evitar o reducir la probabilidad de aparición de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad, o la hipertensión, por ejemplo", explica Iñaki Larrea, secretario de la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria (SESAL).

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NO son las grasas, el culpable es el azúcar

En los últimos 50 años, la alimentación ha sufrido un cambio radical. Un niño como hoy mucho más azúcar que su abuelo en toda su vida.

Nunca hemos endulzado tanto lo que comemos, y lo estamos pagando muy caro: obesidad, infartos, cáncer…. Así lo evidencia nuevas investigaciones que demuestran cómo la industria alimentaria ha tratado de confundirnos durante años haciéndonos creer que el gran culpable de todo eran las grasas. “Un niño de 8 ó 9 años ya ha consumido más azúcar que sus abuelos en toda su vida”. La sentencia de Carlos Rios -un nutricionista que promueve volver < a lo que comían nuestros mayores >- no es solo una alerta, constata la radical transformación que ha sufrido nuestra alimentación en apenas 50 años- Al parecer, a peor. Transtornos metabólicos, diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hígado graso, obesidad, sobrepeso, cáncer…son enfermedades cuya prevalencia no para de crecer. Y cada vez más investigaciones señalan como responsable el azúcar, sustancia que la industria alimentaria añade a tres de cada cuatro productos que fabrica, endulzando como nunca la alimentación del ser humano. En especial, la de la infancia. Fuente de la noticia