Gregorio Varela explica las tendencias en alimentación para los próximos 25 años

Hace un cuarto de siglo se buscaba que la alimentación fuese equilibrada, variada y moderada… en 2043, a estos objetivos se le sumarán una alimentación social, compartida y sostenible. Gregorio Varela, presidente de la Fundación Española de Nutrición ha explicado, en un acto organizado por Fnac Home, las claves que guiarán nuestra alimentación dentro de 25 años

Gregorio Varela, presidente de la Fundación Española de Nutrición y Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU, participó el pasado martes 16 de octubre, en un evento organizado por Fnac Home, en el que se dieron a conocer las tendencias en alimentación para el próximo cuarto de siglo.

Actualmente no existe ninguna otra actividad que realicemos con más frecuencia que la ingesta de alimentos. De hecho, como explicó Gregorio Varela, “a lo largo de nuestra vida realizamos más de 90.000 comidas (haciendo solo tres comidas al día); si bien pueden parecer muchas, se prevé que en un futuro esta cantidad se incremente notoriamente, alcanzando las 110.000 - 120.000 comidas. Por esa razón es importante saber lo que comemos. Es cierto que conocemos los componentes nutricionales de nuestra alimentación, pero no cómo estos actúan en nuestro cuerpo pues dependen de variables como la forma de cocinarlos”

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Diversificar, la clave para una agricultura sostenible y rentable

El proyecto europeo ‘Diverfarming’ busca un modelo alternativo al monocultivo para combatir la erosión y mejorar el suelo

Más de sesenta investigadores de ocho países europeos (España, Italia, Holanda, Reino Unido, Alemania, Suiza, Hungría y Finlandia) han decidido trabajar unidos para encontrar los sistemas de diversificación de cultivo más sostenibles, rentables y respetuosos con el medioambiente para cada región europea. Por ejemplo, el olivar, protagonista indiscutible de los paisajes andaluces, sería más rentable y sufrirá menos problemas de erosión si compartiera protagonismo con otros cultivos. Los olivos de aceite se podrían intercalar con oleaginosas para ganado, plantas aromáticas, medicinales o incluso aloe vera entre para aumentar su rendimiento. El empleo que este tipo de sistema de cultivo generaría seria clave para facilitar el anclaje de la población en zonas rurales y el relevo generacional, sobre todo en zonas de olivar de montaña o pendiente donde el abandono de la tierra suele ser más acusado. Fuente de la noticia